Durante el desarrollo de la mujer adulta joven trabajadora doméstica se pudo evidenciar cambios a nivel cognitivo y a nivel físico. A nivel cognitivo se dio una maduración más temprana pues desde su adolescencia tenía que asumir cierto tipo de actividades laborales para su sostenimiento académico, mientras que se encontraba culminando sus estudios en el bachillerato, tenía una carga laboral y educativa mayor frente a sus pares académicos. Debido a las responsabilidades asumidas durante su bachillerato, ella adquirió mayor conciencia hacia el futuro, ya que estaba pasando por una situación de trabajo muy exigente sin tener una calidad de vida que estuviese acorde a sus expectativas. A nivel físico, empieza a cambiar su aspecto de niña a mujer y se modifica su imagen corporal, como es normal en esta etapa. En todo este proceso de desarrollo el reloj de edad social se da de forma transversal, lo que hace que la mujer adulta joven asuma tareas como trabajar y estudiar a temprana edad, pues su condición socio- económica influyó directamente en que esto se diera, ya que sus padres pocas veces le podían ayudar económicamente.
En contraste con lo anterior, desde lo que plantea Lemme (2003) “la edad adulta no se inicia a determinada edad es un periodo caracterizado por la independencia de los padres, económica y en otros ámbitos y la responsabilidad de las acciones propias”. La mujer adulta joven trabajadora doméstica inicia una independencia económica a temprana edad y empieza a trabajar como interna y en ocasiones como externa en una casa de familia. Las veces que trabajó como externa su familia vivía cerca y las veces que ha trabajado como interna ha sido porque su familia no está cerca, como es el caso actual.
Hay que decir también que el desarrollo implica una interacción entre maduración y aprendizaje, puesto que de niño se pasa por patrones de desarrollo semejantes a los de otros niños; sin embargo, cuando las personas envejecen las diferencias individuales se hacen mas evidentes y la experiencia se convierte en algo mas que un simple factor (Papalia, D, 2009). Se puede evidencia que la madurez en esta mujer adulta joven fue un poco mas notable ya que las exigencias económicas la llevaban a que su maduración fuese mas rápidamente, teniendo de esta forma un aprendizaje mucho mas acorde sobre el medio que la rodea y sobre los oficios que esta desempeñaba para darse una mejor calidad de vida. Teniendo en cuenta que esta persona tiene diferencias individuales a las que puede tener otra mujer de su misma edad, ella cumple con responsabilidades desde muy niña y sin importar las condiciones de su trabajo trata de sacar su bachillerato y su carrera universitaria adelante, ya que para ella es muy importante terminar sus estudios para de esta forma poder dejar su trabajo como empleada doméstica.
En cuanto a los periodos de la adultez pueden variar de acuerdo a factores de épocas y sociedades. En este caso se tiene en cuenta la adultez dividida según Papalia, D (2009) adultez joven (de 20 a 40 años de edad aproximadamente), teniendo en cuenta que estamos en una época donde las mujeres han podido tomar una fuerte importancia en la sociedad, ya que estas pueden demostrar sus habilidades cognitivas y construir un futuro dependiendo de sus cualidades, capacidades y necesidades, se hace necesario decir que esta mujer trabajadora doméstica se encuentra ubicada en el rango de los 20 a los 40 años de edad, es importante identificar el proceso que se ha dado desde su adolescencia hasta su adultez.
El desarrollo de la mujer trabajadora doméstica durante la adolescencia es lo que ha hecho que se presente la capacidad de independencia tanto a nivel económico como a nivel personal, aunque esta es una etapa compleja en el desarrollo, se puede evidenciar una fortaleza en las características personales y posibles problemas a nivel psicológico, social o económico. Puesto que en la adolescencia se está en busca de una identidad con base a unas estrategias de autodefinición, se tiene en cuenta que no es muy fácil la asimilación de cambios físicos y psicológicos, por ello es importante destacar que ella ha reconocido sus habilidades y gustos para elegir un plan de vida.
Cuando llega a la adultez joven empieza su carrera universitaria, para esta mujer el hecho de trabajar y de estudiar a la vez es muy complejo, porque el trabajar como empleada doméstica le exige mucho tiempo, se puede decir que el problema psicológico de esta mujer es que en algún momento de este proceso se ha llegado a sentir frustrada al no tener el tiempo necesario para realizar sus actividades como estudiante, ya que sus labores domésticas pueden llegar a ocupar mayor parte de su tiempo. Esta mujer se puede ver afectada socialmente puesto que son muy pocos los amigos que tiene, ella contaba que socialmente es muy cohibida que solo tiene dos amigas de su misma ciudad de origen y que al igual que ella viven en Armenia, y son las que la dejan quedar los fines de semana en su casa, la realidad es que por el tiempo que tiene no ha socializado mucho con otras personas y ellas son las amigas mas cercanas. Sin embargo, en la universidad ha conocido muchas mas personas.
Una tarea importante en el periodo de transición de la niñez a la edad adulta consiste según Lemme (2003) en abandonar el hogar. Este proceso de abandonar el hogar de origen se da psicológicamente, la mujer adulta joven trabajadora doméstica parte hacia una ciudad desconocida, en busca de un mejor futuro, cuando termina las tareas del desarrollo durante la adolescencia y trasciende a la edad adulta, así ella establece su identidad adulta al elegir y comprometerse con las metas que se ha propuesto dentro de su plan de vida.
Aquí es importante tener en cuenta la elección vocacional, pues sirve para que la persona fije metas y estructure un poco mas su personalidad, cómo decide elegir el ingreso al mundo universitario y de igual manera al mundo laboral, en este caso, ella inicialmente quería estudiar enfermería, pero no la admitieron así que, considerando que le gustan mucho los niños, decidió intentar estudiar licenciatura en español y literatura, carrera universitaria que se encuentra estudiando actualmente.
En contraste con lo anterior, Havighurst (1953) citado por Lemme (2003) propone unas tareas que el individuo debe asumir acordes a la edad adulta temprana, intermedia y tardía. De acuerdo con este autor, la mujer trabajadora doméstica se encuentra en la edad adulta temprana, la cual va de los 18 a los 35 años, las tareas que hasta ahora cumple son: manejar la casa, empezar una ocupación, asumir una responsabilidad cívica, hallar un grupo social en el que se ha sentido a gusto, pues las amigas mas cercanas son de su misma ciudad. Y las tareas que aun le falta asumir son: elegir pareja, aprender a vivir con el cónyuge, iniciar una familia, criar a los hijos. Sobre estas tareas que aun no ha asumido ella piensa que “por ahora estoy dedicada a la universidad y al trabajo, cuando me gradúe que vengan todos los novios que quieran”. Aun así a pesar de todavía no cumplir con estas tareas, planea a futuro conseguir pareja y tener hijos.
En cuanto a la expectativa de vida de esta mujer es “vivir todos los años que Dios me quiera dar, ojalá sean muchos, amo la vida”, esta expectativa parte del hecho de las condiciones de vida actual, hasta el momento no padece ninguna enfermedad y ha sabido mantener su nivel de energía para estudiar y realizar las tareas del hogar “en la noche dejo todo organizado y así me queda tiempo para estudiar”.
Hay que reconocer que con respecto a su motivación, ha sido el querer salir adelante por sus propios méritos y no llevar la tradición de su entorno social “que las mujeres trabajen y se llenen de hijos, yo quiero tener unos hijos y un esposo y mostrarles que tienen una madre y esposa berraca”, según lo que ella menciona en la entrevista. Adicional a ello, la motiva el gusto por los niños y la docencia “uno tiene que hacer lo que le gusta”, dice ella. Estas han sido las razones por las cuales se ha mantenido su motivación a pesar de haber tenido que cambiar de ciudad y adaptarse a un ambiente totalmente distinto al suyo, “el clima me ha dado muy duro y en ocasiones lloro mucho porque me hace falta mi familia”. Sin embargo, al estar lejos de su hogar paterno se ha mantenido firme en lo que quiere lograr en su vida y demostrarle a su familia que ha valido la pena el sacrificio que ha hecho y lo que en principio para ella fue una aventura, se convirtió en su plan de vida.
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